martes, 1 de diciembre de 2009

¡Mierda!



Fue lo que exclamé, cuando me enteré de que la administración Obama había dado su visto bueno al proceso electoral acaecido en Honduras, tras el golpe de Estado que depuso al presidente electo democraticamente, Zelaya.

¡Mierda! Porque ese proceso electoral carece de legitimidad democrática pues se hace saltándose los cauces constitucionales. Son unas elecciones convocadas por un militar golpista, que no ha repuesto al presidente Zelaya en su cargo. Eso es lo que han denunciado un buen número de paises.

Pero no Estados Unidos y otros paises, seguramente influenciados en parte o totalmente por la decisión de este.
¡Mierda! Sobre todo, porque por lo que conozco es la primera gran cagada de Obama.
Y tratándose de la lucha por la democracia es algo que me apena sobremanera.
Porque, ¿¿Le parecería igual de bien a Obama, que un general de USA diera un golpe de estado en este país, que le depusiera, al cabo de unas semanas convocara elecciones, y aunque ganara otro candidato demócrata, él quedara al margen??
Imagino que la respuesta es que no. Entonces ¿Por qué lo permite en Honduras? ¿Se jugaba dinero? ¿Presiones de multinacionales? ¿Conflicto religioso? ¿Riesgo de revueltas sociales en su pais?

La respuesta a todo esto, seguramente es que no. ¿No será que aún tienen pegado trozos de ese imperialismo, que tan bien conocemos? Es decir, esa miradita por encima del hombro a los vecinos pobres de su continente y del resto del mundo, el sugerir recetas que luego jamas aplicarian en su propio pais, etc.

Admiro el camino iniciado por USA en la elección de Obama como presidente, pero esa elección jamas ha de ser un destino de trayecto.

Muchos escenarios como el de Honduras se cuecen todos los días en nuestro Planeta. La crisis climática, la próxima.

¿Estará Obama esta vez a la altura de merecerse el Nobel?