Este pasado martes participé de nuevo en el espacio que Acció Ecologista Agró tenemos en Radio Klara, gracias a la confianza de Manolo Totxa, director del programa Lliure Directe.
En este espacio nos habíamos planteado un potente reto: tratar de iluminar las razones que llevan a un fenómeno nuevo por lo masivo, en el emblemático Parque Natural L'Albufera: la pudrición de la paja del arroz. Esta pudrición causa importantes problemas ecológicos como la mortandad de masiva de peces por el consumo de oxígeno en el proceso de pudrición, problemas estéticos por el olor fétido que desprenden los campos donde se da este proceso, además de dinamitar la posibilidad de implementar nuevos usos para esta paja que supondrían una excelente salida económica para los agricultores y para la naturaleza por lo sostenible de la iniciativa: el empaque en balas de la paja del arroz para hacer bioconstrucción.
Una vez más invitamos a la gente que consideramos que mejor nos podía situar en la problemática y dibujar las posibles opciones que tenemos para solucionar este problema. Así contamos con la presencia de Willi Colom, presidente de Acció Ecologista Agró y persona muy implicada en la gestión y problemáticas de este espacio natural, Mario Giménez, delegado para la Comunidad Valenciana de SEO/Birdlife, Vicente Moncholí, agricultor arrocero en L'Albufera y presidente del Tancat de l'Estell y por último, la participación que representaba la opción más esperanzadora de cara no solo a la gestión de la paja del arroz, sino en la creación de una economía respetuosa con la naturaleza y las personas, Alejandro López, coordinador de Okambuva, la cooperativa implicada en bioconstrucción entre otras muchas cosas.
Nuestros invitados analizaron concienzudamente, y haciendo un gran esfuerzo de síntesis, la problemática planteada. Algún apunte a lo comentado que en el momento no cabía por tiempo:
- 'Quiénes más vivimos L'Albufera somos los agricultores'. Bueeeeeeeeeno, en parte sí y en parte no. Ya somos much@s los amantes de la naturaleza que conocemos muchas y diferentes facetas del Parque Natural L'Albufera y palpitamos con cada color nuevo y diferente, con cada aleteo de rapaz, con cada aguijonazo de Garza real, con cada latido en definitiva, de esta concentración tan potente de biodiversidad.
- En ocasiones, me dio la sensación de que las propuestas y planteamientos de algunos invitados giraban exclusivamente en torno a las necesidades de los agricultores. Pelear por el equilibrio entre el hombre y la Tierra está en la esencia de mi activismo, pero creo, y hay suficiente material científico para avalarlo, que en el Parque Natural L'Albufera esa relación está desbordada por las agresiones de las personas a este lugar sagrado. Cultivo del arroz sí, pero responsable con la naturaleza y las personas, y plenamente consciente del paraíso en el que se enmarca. Olvidar esto, es comenzar a machacarlo.