martes, 27 de diciembre de 2011

La desigualdad a través de una maquinilla de afeitar



Entiendo que una de las causas para que cada año sea 'El año que tampoco hicimos la revolución', es la dificultad en asimilar la brecha cada vez mayor, al menos en España, que existe entre la gente que disfruta de una mayor cantidad y calidad de recursos y la gente que vive, que vivimos, con mayor o menor precariedad.

Pues bien, tras haberme afeitado casi desde que me decidí a hacerlo, con la Gillette Match 3 de 3 hojas, quise probar por ahorrar, hacerlo con unas maquinillas desechables de 2 hojas. ¡Maaaaaaadre mía! :
  •  Por un lado he visto multiplicado el tiempo de afeitado, no pudiendo dedicar este tiempo a otras cosas
  • Por otro, mi cara a quedado como un mapa llena de puntos rojos, como nunca había quedado, y además ahora me escuece de lo lindo.
Lo triste y dramático, es que este ejemplo es absolutamente ridículo comparado con las penalidades extremas,  muchas veces mortales, que tienen que pasar personas alrededor de todo el Planeta por el injustísimo reparto de recursos entre los miembros de nuestra especie.

No me había parado a reflexionar en ello nunca, pero cuando se etiqueta un producto como 'artículo de gama baja', se trata realmente de un eufemismo para decir un 'artículo para pobres' (que son pobres porque no son lo suficientemente inteligentes y no se han esforzado lo suficiente, ¿No?)

Podemos cambiar.
En cuanto al afeitado, seguramente no sea necesario afeitarse diariamente, de hecho diría que necesario, necesario, no lo es nunca, pero ya que culturalmente lo hacemos, que pueda ser igual de placentero para tod@s, ¿No?

No hay comentarios:

Publicar un comentario